Sin duda alguna el verdadero peligro de Egipto es el tráfico.

Bueno, el tráfico no, más bien las personas que van al volante de un camión, coche, moto, autobús,… o en bici, burro, caballo, carro,… y por supuesto las que van andando y circulando por carreteras, calles, autopistas o caminos.

Creo que los egipcios a la hora de circular, eligen un destino y un rumbo y ya no ven nada más; que se tiene que cruzar una autopista con 8 carriles a pata, pues se hace sin problema; que van en un carro tirado por un burro y contradirección por una carretera en la que circulan camiones a ciento y pico por hora, pues van; semáforos, stops, ceda el paso,… eso o no existe o no se respeta.

Algunos dicen que uno se acostumbra enseguida a circular por Egipto y que nunca pasa nada, pero yo puedo asegurar que no me he llegado a acostumbrar ni el último día camino del Aeropuerto, y que sí que hay accidentes de tráfico en Egipto, tres vistos en persona en los días que nos movíamos por las carreteras.

De todo lo visto en las carreteras, sin duda lo que más me ha chocado es ver las motos «tuneadas». La gran mayoría de ellas son replicas chinas de motos de marca, a las que les ponen telas en las asientos y faros, luces y leds por todos los lados.

También me ha sorprendido la cantidad de burros que hay por todas partes, un buen animal de carga para ir a los campos de cultivo o moverse de pueblo en pueblo.

Bueno, aquí os dejo unas cuantas fotos de los animales y vehículos de transporte que he ido viendo por Egipto: motos, motos con remolques, burros, caballos, taxis y mototaxis, furgonetas de transporte,… ¡ ah sí !, y camellos claro, aunque estos últimos sólo los he visto para turistas.